domingo, 22 de abril de 2007

Ey, que yo también me caso.

Cuando llego a casa es el único que me hace caso, que me dice cosas mientras bebo un vaso de agua antes de irme a la cama, que me responde cuando le saludo, por eso he decidido que me caso con él. Con el canario. De hecho no sé si es macho o hembra, sólo sé que me caso. Le he preguntado, y está de acuerdo. Un día de estos nos casamos, y de testigos tengo a dos hamsters, uno se llama manolita, en mi honor, y la otra se llama algo tan simple como blanquita, porque es blanca.

El canario no tiene nombre, pero me caso.

Ahora que todos los que me rodean se casan, yo también.

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