domingo, 13 de marzo de 2011

Cómo extractar con eficacia

 

Aquí se pueden leer unos efectivos extractos de una crítica que pueden ser utilizados como eslóganes publicitarios, y un poco más abajo, la crítica de la que fueron extraídos. Para facilitar el estudio y la posterior reflexión se han marcado en negrilla en la crítica las palabras extractadas:

 

(...) texto (...) de un autor (...) nacido (...) para (...) los escenarios.

De (...) los (...) actores (...) se podría (...) decir que (...) se trata de (...) descubrimientos (...) de (...) la escena española.

El (...) decorado (...) es uno de los (...) mejores (...) que (...) se han visto (...) en escena (...) en (...) mucho tiempo.

Verdaderamente (...) merece (...) la pena.

 

Mal montaje del texto infumable de un autor que no debería haber nacido, en este nuevo siglo convulso que no da más que mierdas para eternizarse sobre los escenarios. De entre los montones de actores que pueblan el panorama español, nos encontramos aquí con una muestra significativa de lo peor de la profesión; a pesar de que para contar algo con tan poco interés como lo que se cuenta, se podría haber ahorrado mucho dinero si se hubiera escrito un monólogo, se ha preferido optar por un elenco numeroso. Es necesario decir que ni si quiera se trata de los recientes descubrimientos de realities televisivos, no, son actores aún peores; con un reparto así se llega hasta el extremo de denigrar la escena española.

El diseñador del decorado, que  casualmente es uno de los actores, se ha limitado a colocar unas persianas que suben mal y bajan peor, y al hacerlo chillan como marranos; mejores tiempos que estos se han visto para las puestas en escena. Pero eso sí, en algo no hemos cambiado: por mucho tiempo que pase seguiremos yendo al teatro a aplaudir como lelos.

Verdaderamente alguien tendría que apalear a esta panda de actorzuelos que no son ni siquiera capaces de pronunciar su idioma natal con corrección, pero el que merece ser fusilado sin piedad es el director y dramaturgo; la pena es que no se encontrara en la sala el día del estreno, pues no se hubiera escapado.

 

Esta práctica es bastante habitual en el marketing teatral. Para evitar que el lector se canse al leer la crítica completa, y por problemas de espacio en flyers y anuncios en prensa, se eligen las palabras más importantes, que son, en definitiva, las portadores de la esencia del espectáculo.

 

nico guau