jueves, 20 de mayo de 2010

un fútbol,

hoy me ha llevado martín a ver una obra de teatro y luego me la ha explicado,
y luego me ha llevado a ver un fútbol,
en un bar,
se ha puesto a gritar nada más entrar al bar,
porque estaba la tele puesta y los jugadores corriendo por lo verde,
él gritaba, hablaba con todos los desconocidos del bar,
una chica de detrás ha dicho cosas como "a ver si te de un ictus" o "que te dé una hemiplejia temporal", pero luego ha comentado con martín que los del fondo del bar eran radicales porque decían cosas a los jugadores negros,
el camarero nos ha puesto un bocadillo de jamón son el jamón cortado sin mirar, porque había fútbol,
alguno daba golpes en la barra porque no le gustaba que su equipo no metiera goles,
otros gritaban enfadados y se ponian muy violentos, incluído martín, porque su equipo no metía goles,
y de repente cuando llevábamos mñas de media hora y yo ye me estaba entreteniendo en seguir una pelota en la tele, por hacer algo, alguien ha metido gol, y todos se han enfadado y se han empezado a ir, han pagado y se han ido,
y ha dicho martín: "vámonos"
y esa ha sido mi tarde de fútbol,
qué entretenido,
me he guardado el recuerdo de mi tarde de fútbol para metérmelo ahora por el culo,
es donde mejor pueden estar este tipo de cosas,

4 comentarios:

lola dijo...

bueno,
y tú por qué haces cosas que por lo visto no quieres hacer? es que no lo entiendo, luego te pasas el día quejándote,,,
joder nico, imponte!

El Caballero que dice Ni dijo...

"una vez al año,,, "

peter gunn dijo...

yo también tuve noche de fútbol, pero nosotros quedamos en elbar de siempre, los de siempre, y estrenamos una barbacoa en la terraza y compramos panceta, costillas, morcilla y longaniza -algún vecino tuvo que cerrar hasta la ventana-,
las derrotas con panceta son menos derrotas

swift missing nico dijo...

ya, se puede imponer, como tu dices, pero a veces no hay más remedio que hacer cosas que no quieres hacer, y más si después del teatro te entras a tomar una caña a un bar, puedes negarte, sí, e inventar un subterfugio, pero estás bien con una persona, acabas de salir del teatro, también es lógico que te tomes una caña, además, así es como este perrito encuentra sus modos de quejarse del mundo, haciendo lo que no quiere hacer