soy nico, soy un perro del culo, éstas son mis cosas, tururú,
y si en esta columna se pincha un poco más abajo en la etiqueta carne cruda se pueden oir mis cosas por radio,
ADVERTENCIA: no hay que tomarse en serio lo que dice este perro que soy yo, ni lo que escribe este perro que soy yo; de lo que se puede leer aquí parte es verdad, pero otra no; y no, la parte de que me he metido un televisor de plasma por el culo, contra lo que alguien pueda pensar, no es verdad;
con motivo del no aniversario de la hora de nico en papel, algún día tendrá lugar un encuentro de colaboradores de la revista que por el orden que me da la gana, y perdonen los que no aparezcan por descuido, serían estos:
el evento tendrá lugar en algún momento, y como no hay presupuesto para alquilar un local, pues seguimos sin patrocinador, podremos quedar por ejemplo en un estanque con patos del retiro, y comer una tortilla de patata;
Teatro Albéniz, Madrid inaugurado el 31 de marzo de 1945 con la obrade variedades Aquella noche azul, de Alfonso Paso. El teatro, propiedad de Maximino Moro, es de estilo neoclásico y fue construido por los arquitectos José Luis Durán y Rafael López, excepto la decoración interior y la fachada que fueronrealizados por Manuel Ambrós tras ser despedidos los dos primeros. Curiosamente, las esculturas de la fachada recibieron severas críticas por los medios de comunicación de la época, llegando a decir que parecían ridículos ninots. Aparte de representaciones teatrales, también se preparó para programar cine, musicales e incluso se construyó un sótano con una sala de cabaret para realizar fiestas. En 1984 la comunidad de Madrid alquila el edificio y continua con la programación hasta diciembre de 2008, momento en que la comunidad de Madrid decide cerrar el teatro y pasar la programación de Albéniz a los Teatros del canal, un complejo de nueva construcción cuyo coste puede superar los 250 millones de euros, lo que viene a ser más de 10 veces lo que hubiese costado comprar el teatro Albéniz. En enero hubo contactos ente una empresa privada y la inmobiliaria para volver a abrir el teatro, sin embargo, ese mismo mes se llevó a cabo la venta del inmueble a una inmobiliaria -la cual por cierto se ha declarado en concurso de acreedores-, echando por tierra la posibilidad de reapertura.
b.t., la niculista de alicante, m.b., el niculista de alicante, d.c., el embajador del norte, p.g., niculista de los teatros, s.a., el niculista ojo avizor, l.v., la niculista de los pimientos,
se encuentran disponibles los siguientes números de "la hora de nico" en papel, a precio de coleccionista con una extraordinaria oferta: 50 centimos cada ejemplar, todavía nadie lo ha hecho, pero puede que algún día,,,;
los números disponibles son los siguientes, por orden (inverso) de aparación :
1 comentario:
Teatro Albéniz, Madrid
inaugurado el 31 de marzo de 1945 con la obrade variedades Aquella noche azul, de Alfonso Paso. El teatro, propiedad de Maximino Moro, es de estilo neoclásico y fue construido por los arquitectos José Luis Durán y Rafael López, excepto la decoración interior y la fachada que fueronrealizados por Manuel Ambrós tras ser despedidos los dos primeros. Curiosamente, las esculturas de la fachada recibieron severas críticas por los medios de comunicación de la época, llegando a decir que parecían ridículos ninots. Aparte de representaciones teatrales, también se preparó para programar cine, musicales e incluso se construyó un sótano con una sala de cabaret para realizar fiestas. En 1984 la comunidad de Madrid alquila el edificio y continua con la programación hasta diciembre de 2008, momento en que la comunidad de Madrid decide cerrar el teatro y pasar la programación de Albéniz a los Teatros del canal, un complejo de nueva construcción cuyo coste puede superar los 250 millones de euros, lo que viene a ser más de 10 veces lo que hubiese costado comprar el teatro Albéniz.
En enero hubo contactos ente una empresa privada y la inmobiliaria para volver a abrir el teatro, sin embargo, ese mismo mes se llevó a cabo la venta del inmueble a una inmobiliaria -la cual por cierto se ha declarado en concurso de acreedores-, echando por tierra la posibilidad de reapertura.
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