miércoles, 16 de junio de 2010

teatros lxxxv,

foto que me envió martín hace mucho,


"teatro nacional Doña María II, Lisboa
de estilo neoclásico, fue mandado construir por el jefe de estado portugués al arquitecto italiano Fortunato Lodi en 1836, aunque no abriría sus puertas hasta 1846, con motivo del 27 cumpleaños de María II, hija de Pedro IV, futuro rey de Portugal. El teatro fue construido en la cara norte de la plaza del Rossio, en el solar donde se ubicaba el palacio de Estaus -antigua sede de la inquisición-, el cual fue devorado por un incendio en 1836.
Destaca en su fachada el gran pórtico con seis columnas jónicas, las cuales sostienen un frontón triangular con relieves representando a Apolo y las Musas. En lo alto del frontón fue erigida una estatua de Gil Vicente, el padre del teatro portugués al cual, paradójicamente, le habían censurado muchas de sus obras la propia inquisición.
En 1964 sufrió un aparatoso incendio que destruyó por completo el interior del teatro. La restauración les costó la friolera de 14 años, pero por lo menos se hizo respetando el diseño original. " (peter gunn)

1 comentario:

peter gunn dijo...

teatro nacional Doña María II, Lisboa
de estilo neoclásico, fue mandado construir por el jefe de estado portugués al arquitecto italiano Fortunato Lodi en 1836, aunque no abriría sus puertas hasta 1846, con motivo del 27 cumpleaños de María II, hija de Pedro IV, futuro rey de Portugal. El teatro fue construido en la cara norte de la plaza del Rossio, en el solar donde se ubicaba el palacio de Estaus -antigua sede de la inquisición-, el cual fue devorado por un incendio en 1836.
Destaca en su fachada el gran pórtico con seis columnas jónicas, las cuales sostienen un frontón triangular con relieves representando a Apolo y las Musas. En lo alto del frontón fue erigida una estatua de Gil Vicente, el padre del teatro portugués al cual, paradójicamente, le habían censurado muchas de sus obras la propia inquisición.
En 1964 sufrió un aparatoso incendio que destruyó por completo el interior del teatro. La restauración les costó la friolera de 14 años, pero por lo menos se hizo respetando el diseño original.