perdido
(homenaje a esos que me rodean que de vez en cuando hablan de una serie de televisión que tiene un nombre similar)
existió una vez un hombre que empezó a perder partes de su cuerpo
primero perdió una pierna
entera
luego, un día, perdió un brazo
después el pie que le quedaba
dos meses después se levantó y entre la cama y el desayuno perdió una oreja, la izquierda concretamente
fue a trabajar, como siempre
y esa misma tarde de ese fatídico día perdió el pulgar de la mano que aún tenía
se acostó resignado, no sin antes perder las pestañas y uno de los agujeros de la nariz
a la mañana siguiente perdió el índice y el anular, ya sólo le quedaban dos dedos
aunque pensó en llamar en ese mismo momento a la oficina para decir que se encontraba mal, finalmente no lo hizo, y siguió con su rutina
la tarde de ese día, en casa, se iba a morir
estaba dispuesto
pero no lo hizo,
el muy imbécil
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